Composición del Cortejo
La Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Carmona, Cofradía Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén, María Santísima de los Dolores y Divina Pastora de las Almas
IMÁGENES
NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO:
Portentosa obra documentada de Francisco de Ocampo, en 1607. Está considerado como una de las cumbres de la imaginería procesional y auténtico referente devocional en Carmona, por lo que en 2007 el Excmo. Ayuntamiento le concedió la Medalla de Oro de Carmona al cumplirse su IV centenario. Lleva potencias de plata ejecutadas en 1778 por José Adrián Camacho y porta sobre sus sienes una corona de espinas de plata, de 1683. Sobre su hombro carga con la cruz de carey y plata que realizaron en 1698 Nuncio Onibense y Valentín Cuaresima. Ha sido restaurado por Pedro Manzano en 2023.
La imagen procesiona acompañada por la efigie de Simón Cirineo, expresiva obra del círculo de Roldán estrenada en 1698 y atribuida por algunos autores a José Felipe Duque Cornejo.
SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES:
Magnífica representación de la Madre de Dios, fue realizada en 1696 por José Felipe Duque Cornejo y encarnada por Francisca Roldán. Viste saya negra bordada en oro realizada en el s. XIX, y porta sobre sus sienes una corona de plata sobredorada, cuyo canasto ejecutó en 1732 Fernando Gámez, siendo de 1941 tanto los imperiales como la ráfaga. En su pecho se clava un puñal de plata sobredorada, obra de N.H. José Adrián Camacho en 1778.
El manto, en terciopelo negro, perteneció a la Esperanza de Triana, adquirido por nuestra Hermandad en 1908 está atribuido a las hermanas Antúnez con posterior intervención de Juan Manuel Rodríguez Ojeda; fue restaurado por CYRTA en 2021.
Entre las alhajas que luce la Virgen destaca un broche de oro y esmaltes con la Inmaculada, de fines del s. XVI, y varios juegos de lazos y manillas de oro, esmeraldas y diamantes, del s. XVIII, así como una rosa de oro y un aderezo completo de oro y amatistas, del s. XIX.
ORDEN DE LA PROCESIÓN
Muñidor:
Viste traje de terciopelo morado con galonería dorada, inspirado, al igual que el de los pajes, en las ropas de los peones de la Catedral de Sevilla. Porta dos campanillas de plata unidas por un mango de madera, que se vienen utilizando desde el s. XVII.
Cruz de guía:
La cruz está realizada en madera de cedro lisa y plana, con policromía a cargo de N.H. Manuel Jiménez García siguiendo una idea original de N.H. Francisco García Ba. Todo su perímetro va perfilado por una moldura lisa y muy simple en madera ebonizada y siguiendo todo el perímetro interior de esta moldura lleva un estrecho fileteado en latón.
El resto de la superficie acoge una representación del Árbol de la Cruz ejecutada en policromía sobre el fondo rojizo que representa la sangre redentora de Cristo y es el mismo color de la Santa Cruz en Jerusalén, emblema de la cofradía. En la parte delantera se ve que este árbol hunde sus raíces y arranca de la calavera de Adán. Desde ahí parte una filacteria con la inscripción: Crux fidelis inter omnes arbor una nobilis: nulla silva talem profert fronde, flore, germine. Dulce lignum, dulces clavos, dulce pondus sustinet (Himno Crux Fidelis, de la liturgia del Viernes Santo). En la intersección de los brazos se inserta otra filacteria que se enrosca horizontalmente sobre ramas frondosas, y con la inscripción Ecce lignum crucis in quo salus mundi pependit (de la liturgia de la adoración de la Santa Cruz el Viernes Santo). La parte trasera mantiene el mismo esquema con una filacteria que recoge el texto de la oración de San Antonio de Padua: Ecce Crucem Domini! / Fugite partes adversae! / Vicit Leo de tribu Juda, / Radix David! Alleluia!
En los extremos de los brazos de la cruz se insertan cuadrados con el mismo perfil dorado, en cuyo interior y dentro de una circunferencia tangente con los lados de estos cuadrados y de idéntico perfil, se incluye una piedra semiesférica. La esfera, como la forma más perfecta, es representación de Dios, mientras el cuadrado representa al hombre; la conjunción de ambas figuras geométricas plasma la plenitud de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Por su parte, la piedra representa a la Iglesia, que surge del sacrificio de la Cruz, y evoca también el Santo Sepulcro. En los ángulos exteriores formados por la intersección de los brazos de la cruz se incluyen cuatro cruces potenzadas de plata, de Villarreal, que completan la representación del emblema de la hermandad.
La anteceden dos servidores con casacas bordadas en oro que corresponden a uniformes de corte de Carlos IV, portando faroles de mano, y la acompañan dos nazarenos con faroles, de metal plateado, obra de Sucesores de Manuel Seco, realizados en 1930.
Senatus:
Bordado en oro a realce sobre terciopelo morado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1923. Está rematado por una punta de lanza en de plata, de Orfebrería Villarreal en 2002, según modelo del s. XVIII.
Bandera morada:
Confeccionada en damasco, lleva en el centro el escudo de la Hermandad en seda de color rojo. El vástago es de plata, del s. XVIII, con decoración a base de rocallas y se remata con cruz de plata, del s. XIX.
Estandarte:
Bordado en oro a realce sobre terciopelo morado realizado por Antonio López Ortiz aprovechando los antiguos bordados del paño funerario de la Hermandad, del s. XIX. El vástago fue realizado por Manuel de los Ríos y está rematado por cruz de plata ejecutada en 1725 por Antonio Cansino.
Pajineta y ángel:
Personajes que figuraban en el cortejo durante el s. XVIII y debieron de pervivir hasta el XIX. En otras cofradías de Carmona la figura del pajineta perduró hasta pasada la mitad del s. XX. Estos dos niños, pajineta –con túnica corta roja, coraza y casco romano con penacho- y arcángel -con alba y alas de tisú de plata del s. XIX-, portan respectivamente las sentencias de Pilato y del Padre Eterno, cuyas cabeceras y remates finales conforman la famosa saeta “Esta es la justa sentencia…” que se canta a la salida del paso de Nuestro Padre.
Verónica:
Figura recuperada recientemente pero que formaba parte del cortejo desde comienzos del s. XVII y hasta bien entrado el XIX. Se representa por una hermana ataviada con vestido negro de luto inspirado en modelos del s. XVII que porta el lienzo con la Santa Faz, obra de N.H. Manuel Jiménez García realizada en 2019.
Bocinas:
En metal plateado, de 1922. Son lisas y conservan su capacidad de emitir sonidos. Los paños, muy sencillos y ejecutados en 1922, llevan bordada en oro la Cruz de Jerusalén sobre terciopelo morado.
Varas de acompañamiento y de presidencia:
Las primeras son de madera negra, con escudo rodeado de rayos lisos y ondulados y remate en corona real, ejecutado en 1930 por Sucesores de Manuel Seco; los cañones, con motivos geométricos de óvalos y rectángulos son obra de Orfebrería Villarreal.
Las varas de presidencia, octogonales, son también de madera negra, con cañones lisos y escudo rodeado de rayos biselados, de finales del s. XIX.
Cortejo de acólitos:
Llevan dalmáticas de brocado morado. Los ciriales son obra de Manuel de los Ríos. El pertiguero viste ropón de damasco morado y porta pectoral de plata, con rocallas, del último tercio de s. XVIII, y pértiga de plata, de Villarreal, según modelo del s. XVII.
La naveta, realizada con concha de caracol marino (nautilus), tiene pie de plata de la primera mitad del s. XVII.
Pajes:
Dos pajes vestidos con chaquetilla y calzón corto, en terciopelo morado con galón y botones dorados, siguiendo el modelo de los peones de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. Van dos acompañando el paso de Nuestro Padre y otros dos el de la Santísima Virgen.
Servidores:
Con librea y calzón en tela de damasco morado, llevan en el pecho un pequeño escudo de la Hermandad en plata rodeado de rayos ondulados, con la inscripción: Concepta sine originali pecato per Crucem D. N. Iesu Xti., según un modelo del s. XVII.
Dos acompañan al paso del Señor y otros dos al de la Santísima Virgen de los Dolores.
PASO DEL SEÑOR:
Estrenado en 2008 según diseño de N.H. Juan Fernández Lacomba, lacado en rojo y enriquecido con partes en carey; cornisa en plata y moldurón en plata y carey; en los costeros lleva fanales y guardabrisas con pies y cenefas de plata, de Villarreal. Las maniguetas están ejecutadas en plata y cristal por Orfebrería Villarreal según diseño de Lacomba. En sus esquinas van cuatro faroles de plata, también de Villarreal. En el frontal procesiona un relicario de plata, obra de N.H. José Adrián Camacho en 1777, que custodia las reliquias de la Columna y Sepulcro de Nuestro Señor, y bajo él se porta la Medalla de Oro de la Ciudad de Carmona concedida en 2007. Los faldones, de galones entrecruzados, son obra de Fernández y Enríquez siguiendo diseño de Juan F. Lacomba. Lleva monte de lirios.
Cruz alzada:
Con el Cristo del Consuelo, meritoria talla del s. XIX, y que va sustentado en una macolla de plata del primer tercio del s. XVII. Lleva manguilla de terciopelo morado con galones y flecos del s. XIX.
Va flanqueada por dos ciriales de plata, del s. XVII. Los acólitos portan dalmáticas rojas con bordados de trepas de fines del s. XVI o comienzos del XVII.
Estandarte de la Divina Pastora:
Realizado sobre terciopelo azul con perfiles rectos. Incorpora bordados del primer tercio del s. XVIII procedentes de un antiguo paño funerario. En su centro se inscribe una pintura rectangular realizada al óleo con la imagen de la Divina Pastora de las Almas, titular de la hermandad, realizada igualmente en el primer tercio del s. XVIII.
El vástago está formado por cañones de plata alternando decoración de óvalos y rectángulos lisos realizados en la primera mitad del s. XVIII y remata en una cruz de plata del primer cuarto del s. XVIII.
Bandera Concepcionista:
Estrenada en 1989 es obra de NªHª Josefa Bonilla. Está realizada en tafetán blanco con letras en seda celeste, que son las iniciales de las palabras: Quis sicut Maria Mater Dei absque labe concepta; en una de sus caras figura el anagrama de María y en el otro el escudo de la Hermandad orlado por un círculo celeste. El vástago es de plata, del s. XVIII y está rematado por una cruz igualmente de plata, con decoración de rocallas, de 1802.
Va acompañada por la espada-reliquia de San Francisco de Borja que se custodia en la Prioral de Santa María y por el cirio votivo. El conjunto simboliza la defensa del Dogma de la Inmaculada Concepción, cuya piadosa creencia fue asumida por la Hermandad mediante el Voto de Sangre formulado en 1617: creer (cirio votivo), proclamar (bandera) y defender (espada).
Libro de Reglas:
Ejecutado en plata sobre terciopelo morado, es obra de Sucesores de Manuel Seco, de 1930. Su portador lleva pértiga de plata realizada a fines del s. XVIII por Juan Ruiz. Los dos acompañantes llevan también pértigas de plata, obra de José Alexandre, del último tercio del s. XVIII.
Estandarte de los Dolores:
Magnífica muestra del bordado carmonense del s. XVIII, con gran riqueza de puntos e hilos de oro sobre terciopelo morado, con perfil sinuoso. Lleva en su centro un óvalo con la imagen de la Virgen de los Dolores, de principios del s. XVIII. El vástago está formado por cañones de plata en estilo rocalla realizados en 1780 y remata en una cruz de plata del primer cuarto del s. XVIII.
Esclavitud de los Dolores:
En recuerdo de la Esclavitud de la Virgen de los Dolores se disponen delante del paso seis jóvenes vestidas de negro al estilo del s. XIX, con escapulario, correa servita y filacterias con el texto de los dolores 2º a 7º, pues el 1º se recoge en las bambalinas del palio. Otra, ataviada de igual forma, porta en sus manos el antiguo Libro de Indulgencias de la Esclavitud, obra en plata de José Adrián Camacho, de fines del s. XVIII.
Tras el paso se incorpora la Cruz de las Esclavas, en madera dorada con vástago de plata, obra del platero Juan Ruiz, todo del último cuarto del s. XVIII, con acompañamiento de acólitos portando hachas encendidas.
Bocinas:
Al igual que las que acompañan al paso de Nuestro Padre son lisas y de metal plateado, dos realizadas en 1922 y las otras dos en 1924. Dos de los paños, muy sencillos, llevan bordada en oro la Cruz de Jerusalén sobre terciopelo morado, con fleco de canutillo de oro en todo el contorno y fueron realizados por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1923. Los otros dos paños, más antiguos, son de terciopelo negro con galón y flecos de plata, en su interior llevan cinco pequeños escudos de plata.
Varas de presidencia:
Los cañones son obra de Seco Castaño, de 1923, realizados a semejanza de los varales del palio; los escudos son obra de Orfebrería Villarreal.
Cortejo de acólitos:
Llevan dalmáticas de terciopelo negro. Los ciriales son obra de Manuel de los Ríos. El pertiguero lleva ropón de damasco rojo y porta pectoral de plata y pértiga del mismo material, ambas de Orfebrería Villarreal, según modelos del s. XVII. Los incensarios son obra de Manuel de los Ríos y la naveta, ejecutada por Orfebrería Villarreal, es una concha de caracol marino (nautilus) guarnecida de plata.
PASO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES:
El paso de palio de la Virgen de los Dolores es el conjunto más antiguo que procesiona en la actualidad, el único verdaderamente barroco. Todo está realizado en plata: los varales por Simón López Navarro en 1695; las bambalinas, que llevan en letras de plata la profecía del anciano Simeón: TVAM IPSIVS ANIMAM PERTRANSIBIT GLADIVS Lvcae Cap 2, y el techo de palio, así como la peana, son de Antonio de Luna, realizadas entre 1701 y 1726, la medialuna es del mismo orfebre, anterior a 1725.
Las jarras y los faroles son obra de Orfebrería Villarreal, según diseño de N.H. Juan F. Lacomba. Los respiraderos son de Seco Castaño, de 1923, y junto con la candelería, del mismo autor y fecha, son las únicas piezas en metal plateado.
El paso lleva faldones de terciopelo negro y sobrefaldones compuestos por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1925. En la delantera va un relicario en plata del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, realizado por el orfebre granadino Rafael Moreno. Está exornado con flor blanca.
RECORRIDO Y HORARIO:
San Bartolomé, San Felipe, General Chinchilla, Hermanas de la Cruz, Ramón y Cajal, Sol, San Ildefonso, Carlota Quintanilla, Prioral de Santa María de la Asunción, Carlota Quintanilla, Martín López de Córdoba, Plaza de San Fernando, Prim, Plaza del Palenque y San Bartolomé.
Salida: 9 de la noche / Cruz de guía en Santa María: 10,20 de la noche / Entrada del palio: 12 de la noche.
NAZARENOS:
Aproximadamente 190, vistiendo túnicas negras y antifaz morado, con cinturón ancho de esparto. En el cortejo de Nuestro Padre portan cirios morados y blancos los que acompañan a la Virgen de los Dolores.
COSTALEROS:
25 el paso de Nuestro Padre, capataz N.H. José María Jiménez González.
24 el paso de la Virgen de los Dolores, capataz N.H. Javier Hernández Prieto.
ACOMPAÑAMIENTO MUSICAL:
Capilla musical en ambos pasos.